Resulta que el pibe tenía superpoderes. El pibe era un ser aparentemente normal pero no lo era. Sólo era cuestión de que se fuera a dormir y soñara... Y los sueños se le hacían realidad. Y en ese mismísimo instante. El pibe había encontrado esa enigmático punto donde se unen la realidad con los sueños: el pibe deseaba. El pibe había encontrado, sin darse cuenta, de improviso, una eficaz receta para la felicidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Wow, me encantaria encontrar ese punto exacto donde los sueños se hagan realidad, mientras tanto a seguir luchando por ellos ;)
Lindo blog, saludos
Y qué paso con el pibe? te lo cogiste? contame como fue
Dale nena contame... que pide te cogiste se me pone dura de pensarlo y me encanta sentirte tan putita y tan cogible... dale unas palabras sucias a tu mejor lector... alguien más sigue lo que escribis?
Menos mal, alguien ya la encontro.
saludos para todos, gracias y felicidades :)
Publicar un comentario