miércoles, 19 de mayo de 2010

Nada de hoy... Mañana

Nunca me importó el mañana. La verdad es que el mañana siempre estaba ahí, por azotarme, por caérseme en la cabeza, y sabía que un día me iba llegar, pero no era cuestión de recabar en él, tan sólo lo pasaba por alto.

Un día me llegó: me cayó el veinte de que el futuro llegó hace rato.

Y cuando empezás con los compromisos de golpe te das cuenta de que no hay vuelta atrás. Y me encanta.

Nunca hubo vuelta atrás, todo es irreversible. Lo que pasa es que a veces no nos damos cuenta y nos cuesta caernos del catre para digerir eso.

1 comentario:

Protervo dijo...

it´s called a baby in your womb.