Hoy me di cuenta de que estoy esperando. Siempre odié las esperas, se me hacían abúlicas y pasivas. Y esta vez estoy aprendiendo, por fin, de una vez por todas, a esperar...
Las cosas buenas de verdad demoran mucho tiempo y paciencia. Oh, sí.
Esperar está re bueno. Tengan paciencia, se los recomiendo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Gran verdad..Bueno es entenderlo
Cecilia: es fuerte, no sabía que estabas en espera y me da un gusto inmenso, la vida son decisiones y ellas nos hacen fuertes. Es increíble y confieso que tus ojitos al ver a mis niñas brillaban de un modo que sólo las mamás tienen, agradezco que nunca las tomases cómo mascotas, pues aunque no lo creas, es mucha la gente que piensa que así son los niños, cual accesorios. Por eso creo que aunque no te vea más, me quedo con un bello recuerdo tuyo y confieso: hay pérdidas de unos que son la ganancia de otros y ésta, querida, es la mayor ganancia del mundo :) la más . El rencor a mi me aburre aún más que la espera bucólica y yo no creo en el "córtalas, córtalas"; ni en amigeneralismos. Te ofrezco mis consejos y ayuda de madre de dos. Un beso y la mejor fortuna para ti y tu belleza, que ya en unas cuantas semanas sabrás qué es. Beso fuerte.
Hola Cecilia: Andando en la búsqueda por internet te encontré y me encantó tu blog, quizá porque eres argentina (eso creo) y tengo mucho contacto con argentinos de hace seis años. Me divirtió lo que leí, me gustó la frescura. Te seguiré leyendo.
Publicar un comentario