martes, 2 de junio de 2009

FRIVOLIDADES

Hoy tuve asesoría de mi tesis por la mañana con mi profesora y, a pesar de que todavía no empecé a escribirla, vengo muy bien... Más o menos tengo el marco teórico, más o menos tengo la estructura, ahora me toca chambear... Hasta me felicitaron y todo. Groso. Poroto uno para Chechula.

Después me fui a cobrar a la Universidad Nacional Autónoma de México unos cheques que me debían de la beca. Fue hermoso. Subí a la Torre II de Humanidades en Ciudad Universitaria, me dieron mis papelitos, firmé otros y después pasé al baño... ¡Qué hermoso baño tienen los del Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias! Se veían las islas, todos los institutos, la reserva ecológica, el estadio... Estuve como tres horas lavándome las manos mirando por la ventana. Me puse un poco de bactericida y me sentí orgullosa porque, de una manera u otra, pertenezco a esta Institución. Groso bis. Poroto dos para Chechula.

Cambié los cheques y me subí al metrobus. Me eché una pequeña siesta, no muy profunda pero sí lo suficiente como pasarme un par de estaciones. Me bajé y en el camino hacia el metro pasé por una tienda que vendía pantalones a 150 pesos, muy barato, lástima que sean chinos y tengan un corte horrendo. De todas formas decido entrar a probármelos y para mi sorpresa, yo, que acostumbro o al menos acostumbraba usar talla 9 o 10 -cabe destacar que hace más de un año que no me compro ropa- me calso un 8 y me quedaba grande. Me pruebo un 7 y todavía me sobraba un poco. Entonces me pruebo el 5/6 y yo chocha, chochísima ¡Me puse tan pero tan contenta! No sé cómo pero parece que adelgacé o encogí o no sé... Cuando estaba a punto de pagarlo empecé a pensar qué importa la talla del pantalón, boluda.

Y sí, ningún poroto más para Chechula el día de hoy. La UNAM te paga para producir conocimiento o para intentar generar algo, y que te hayan felicitado hoy no quiere decir nada, mejor andá a estudiar y andá a laburar, que estás en el horno, que tenés que lucirte con esta tesina...

No me compré ningún pantalón por suerte y aquí me ando leyendo un poco de Bourdieu y de Durkheim. Supongo que ni a ellos, ni a mis profesoras, ni a los otros lectores, ni a Rebe, ni a mis compañeros NI A MI nos enorgullece usar talla 5/6 de pantalón en lugar de 9/10.

Pavada de momento, si uno no se cuida corre el riego de ser muy pero muy pelotudo. Ojo, gente. Atenti.

No hay comentarios: