Faisvuc y la madurez del ser

La verdá es que entré tarde a este juego del interné. Pero está bueno, sobre todo para los que vivimos afuera y lejos, que a veces se nos da por extrañar lo detestable y tenemos "saudage" y todas esas pavadas... En fin...

Resulta que hoy me entero que un compañerito mío de la primaria, otrora "mi primer novio", con el que tuve más de un millón de problemas pelotudos tragiquísimos en ese momento... El pibe ¡escribió un libro! Me dieron hartas ganas de leerlo, la verdad, pero no creo que me lo envíen hasta aquí. Y yo, ni lerda ni perezosa, ya estaba calculando que sólo le falta "tener un hijo" y "plantar un árbol", o tal vez eso ya lo hizo... El muchachito era réquete simpático y fanático del fútbol, siguió sus impulsos y sus vocaciones y al parecer es un próspero periodista deportivo, y ahora, escritor... Por ahí el pibe no perdió mucho tiempo de su vida viendo qué hacer con ella, o tal vez sí, total confió en que "todos los caminos conducen a Roma".

Qué cosa los recuerdos... Uno está hecho de ellos un poco, parece. Y me puse un poco a recordar en qué estaba pensando hace más o menos ¡17 años! para ver si logro entender cómo fue que de eso que pensaba y me imaginaba ahora soy esto, como fue que de eso ahora pienso y hago esto y no aquello... Es como intentar descifrar tus razonamientos, deconstruirlos un poco para comprenderlos... Y dale con la hermenéutica...

Yo por ese entonces jugaba a "ser pobre" como en las telenovelas, veía tele pero me aburría, la verdad, es que mucho más no había para hacer, recuerdo que me gustaban mucho las historias de amor, me divertía más con los varones que con las nenas y me la pasaba compitiendo con todo el mundo para ser "la mejor alumna del colegio"... Qué suerte que crecí, por Dios...

Les propongo que hagan un recorrido por eso que pensaban... No se pierde nada. Háganlo y me cuentan cómo les fue.