SIN ALIENTO

No sé por qué pero el MAL ALIENTO siempre es un tema... de conversación, de pleito, de discusión... Sí, pero antes de decir cualquier cosa, mejor, LAVATE LOS DIENTES.

A. se llevó computación a diciembre porque la profesora tenía TAN mal aliento que mi amiga prefirió no entender nada y rendirla antes que preguntarle ALGO a la susodicha maestra... ¡y que la petilante profesora le contestara cerca de su cara!
X. se tomó una cerveza y como su marido no la dejaba y se iba a enojar mucho si se enteraba, X. se lavo los dientes con lavandina para que no se diera cuenta el muchacho en cuestión de la fechoría... Y no, no se dio cuenta de nada, le salió bien.
En la secundaria teníamos una profesora de dibujo que, aunque yo nunca hablé con ella (nunca tuve ninguna duda y/o inquietud: definitivamente las artes plásticas nunca fueron lo mío), mis compañeros, que tal vez sí tenían dudas y ganas de hablar con la profe, decían que tenía un aliento... como explicarlo... indefiniblemente horrendo. Preferían decir que, lisa y llanamente, desayunaba mierda. Pobre mujer, con su mísero sueldo ni le alcanzaba para...
Mi prima estaba tan angustiada por su nauseabundo mal aliento matutino (su hijito de dos años la atosigaba con un Qué feo olor, mamá) que decidió consultar con un médico: le dijo que muchas veces el mal aliento es gástrico, que por más que uno se lave los dientes con amoníaco el mal aliento viene de más adentro... entonces sólo resta tomar agua y leche (anoten).
Yo cuando como ajo no me limito porque me encanta y me puedo llegar a comer ¡una cabeza de ajo cruda yo sola! Sí, soy muuuy egoísta, pero ¿alguno de ustedes se comió un dientito de ajo con vino tinto? Mmm

El tema es que el aliento no debería existir... ¿Se dieron cuenta que no existe el aliento, así, a secas? Siempre se habla del MAL ALIENTO, le adjudican lo de malo por default. Así como el olor a chivo (sudor), el olor a pedo y a pata y demás asquerosidades... ¿Pero por qué? Si acaso no somos lo que comemos, lo que cagamos, lo digerimos... ¿POR QUÉ NO SOPORTAMOS NUESTROS OLORES?

R. tiene el olfato de un can y puede describir muy bien a una persona por como huele: desde ahí te enterás si se baña, si come bien o comida chatarra, si bebe alcohol o no (si, el alcohol se huele, gente, sepanlo), si es descuidado o no... Y ahí ya podés conjeturar muchas cosas: si se quiere o no -como viene la autoestima-, si es un miscerable o no -cuanto gasta en comida-, si es un solitario-huraño o le gusta socializar... O si de plano es un asqueroso o no, que ya es bastante dato.

Todo esto lo pensás cuando alguien te dice hola y de ahí emanan distintos tipos de olores... Algunos a ultratumba, otros a chicle globo, otros a recién-acabo-de-almorzar, otros a cigarro-nicotina, otros...

Olemos como comemos. Y comemos como somos. No hay que darle.

Como ese chiste...

Qué olor a pija, seguro que hay algún cliente dando vueltas dice una puta. No, boluda, es que acabo de eructar, le contesta la otra.

Esta vez me puse un poco escatológica. Lo siento. Creo que será la última.